lunes, 20 de mayo de 2013

LAS HORAS ROJAS DE AMÉRICA LATINA 

   La caída de los precios de las materias primas, reducción de las posibilidades de exportación, la brutal desinversión de Estados Unidos y la crisis de 1929 golpearon duramente a América Latina, conduciendo al largo reinado de los dictadores de la depresión como Maximiliano Hernández (El Salvador), Tiburcio Andino (Honduras), la dinastía de los Somoza (en Nicaragua), etc. Así como en las luchas de la independencia, a comienzos del siglo XIX, las fuerzas armadas latinoamericanas se sintieron siempre investidas de una misión central en la gestión de los asuntos de sus respectivas naciones, el dictador asumió el papel de lider de la oligarquía o de la burguesía conservadora, sectores vinculados a los intereses de la gran potencia del norte, Estados Unidos.
   La Revolución Cubana, en 1959, y la radicalización hacia la izquierda de amplios sectores de las sociedades en particular de los estudiantes, provocaron un salto cualitativo en ese fenómeno.
   En el contexto de la Guerra Fría, la "doctrina de la seguridad nacional", elaborada en las escuelas militares, presidiría los destinos políticos del subcontinente. Apoyada en una ideología de guerra santa, satanizada una supuesta subversión generalizada que atacaba la paz social y los valores nacionales.
   Instancia superior de esta lucha, la Conferencia de Ejércitos Americanos (CEA) reunió periódicamente, a partir de 1960, a los militares de todo el continente (salvo Cuba). A fines de noviembre de 1975, estas dictaduras sentaron las bases para una cooperación militar y policial, El Plan Cóndor, que les permitiría organizar metódicamente la eliminación de sus respectivos oponentes exiliados en el exterior de sus fronteras nacionales.
   Dentro de este marco común que lo podríamos denominar si se quiere como Guerra antisubversiva, cada país actuó según sus propios criterios. La dictadura chilena se llamaba Augusto Pinochet (1973 - 1990); la brasileña evitó la personalización del poder organizado rotando la función presidencial; la soldadesca uruguaya asesinó poco y torturó mucho; Argentina practicó el exterminio (30.000 muertos) a través de desapariciones forzadas. Sumando todos los países, el terrorismo de Estado en América Latina fue responsable de al menos 50.000 asesinatos y 400.000 detenciones arbitrarias, sin contar a decenas de miles e exiliados.
   Cuando entregaron el poder, a partir de 1982, los generales dejaron como secuela una extrema pobreza, industrias nacionales deterioradas y economía al borde de la quiebra. Luego de los años de represión sangrienta tampoco quedó gran cosa de los partidos políticos de izquierda, de los sindicatos y de las organizaciones populares, estudiantiles y campesinas, cuyos dirigentes y militantes habían sido eliminados.
   También dentro de este marco se habló de la "teoría de los dos demonios" que buscó atribuir a un puñado de extremistas de derecha y de izquierda.
   En síntesis, aunque la presencia del ejército en la vida política ha sido una constante en la historia de América Latina, en las décadas de 1960 y 1970 los golpes de Estado se convirtieron en habituales y concomitantes. Gracias a un  socio poderoso, EEUU. Marcando la presencia permanente de dictaduras militares de derecha, regímenes autoritarios de izquierda, fuerte inestabilidad política traducida en guerras civiles, movimientos de guerrilla, intervenciones extranjeras u oligarquía para ir cerrando el siglo con democracias o para ser más cuidadosos en el término, transiciones democráticas. 

ACTIVIDAD PARA TRABAJAR CON EL TEXTO

1) A partir de la lectura del texto, buscar en el diccionario las palabras desconocidas.
2) Identificar los actores sociales protagonistas en el período.
3) Explicar con tus palabras que es ser de derecha y ser de izquierda.
4) ¿Cuales te parecen elementos constantes en la historia de América Latina de siglo XX?

Fecha de entrega para 5º C (lunes __ de mayo)
Fecha de entrega para 5º A (jueves __ de mayo)

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